Entro en el estudio y de inmediato me llama la atención la cantidad de libros e ilustraciones que cuelgan de las paredes. Entre ellas, reconozco una de Miró.
Conocí a Ken Umehara trabajando en la cafetería Satan’s Coffee Corner de Barcelona en un caluroso verano sin ventiladores y su vasta cultura artística y musical me impactó. También esta vez, dándome la bienvenida a su estudio, no me decepciona: como una pequeña cascada, las notas de la guitarra flamenca de Andrés Segovia salen del altavoz bluetooth y crean el fondo perfecto para nuestra conversación. Nos sentamos y empezamos a hablar.
Hola Ken, cómo estás? Cómo te has despertado hoy?
Con despertador, como una persona normal (se ríe). Muy temprano, la verdad. Hace mucha calor y no he podido dormir bien por la noche.
Bueno, es Barcelona y estamos en Julio. Es lo que hay, no?
Puedo decir algo muy chungo y muy feo?
Puedes decir todo lo que quieras en este espacio.
Toda esta calor y esta humedad me recuerda a un clima vaginal.
Una luminosa metáfora existencial, sin duda. De hecho la calor está muy bien…
… hasta que no llega a un punto dónde ya está, ya no te apetece más. Por lo menos por un rato.
Ajaja veo que empezamos muy bien!
Pues, sí. Porque no? Mejor hablamos de los cuadros…
Los estaba justo observando ahora mismo. Hay muchas ilustraciones externas, o sea, no tuyas, colgadas en las paredes…
Sí, hay un poco de todo lo que me gusta. Hay una de Tezuka, el díos del manga, que robé en Tokyo. No podía quedarse allí sólito, vamos. Pa’ casa.
Luego hay otra de un pintor conocido en Francia que he encontrado en una feria de arte; otra litografía original de Miró que se utilizó para la promoción de los Tres libros en Japón…
Vamos, que te gusta rodearte de arte que no es solamente tuya.
Bueno, en mi habitación están solamente mis cosas, me gusta así; pero en mi estudio hay otro tipo de inspiraciones, exacto. Hay que mirar un poco de todo. Si mirara solo lo mío, al final me saldría solo un estilo.
Hay también muchos libros de arquitectura, de arte y de fantasmas.
Se puede decir que tu inspiración a la hora de crear nace de lo que escoges que te rodee? O es un proceso que, más bien, te surge de golpe?
De golpe, sobre todo. A veces por ejemplo me despierto con una idea que me ronda en la cabeza y bam! tengo que sacarla de alguna manera mientras hago la croqueta en la cama. O también cuando me enfado pensando en los problemas del mundo y de la sociedad; hablando con la gente y con los gilipollas… aprovecho todo lo que veo y encuentro.
Entonces es el contacto humano, es decir, los estímulos externos lo que más te inspira?
En cierto modo sí, pero no se acaba allí.
Creo que entiendo lo que quieres decir; yo también concibo la inspiración como dúplice: una interna y una, digamos, externa.
Exacto. Todo es una mezcla de las dos inspiraciones: por eso salen diferentes técnicas y diferentes obras y diferentes estilos.
Hablando de inspiración, cuál es el momento en el que te encuentras más a gusto a la hora de crear algo?
Por la madrugada, la verdad. Trabajo mejor madrugando. De día normalmente me relajo y me echo una siesta o hago una vida normal. Luego, a la noche, ya puedo hacer cosas de malo. Allí sale El Puto Ken.
Porqué el Puto Ken?
Me dieron este apodo en París. Fui con unos amigos allí porque uno de ellos había hecho una exposición al lado del Pompidou. Así que guay, por la noche salimos de fiesta y tal y nos emborrachemos. Yo encontré una chica francesa y me fui con ella. Desaparecí 4 días en el piso de la chica, comiendo con sus padres, durmiendo allí, follándome a su hija… Bueno, me había olvidado de mis amigos. Y sobre todo, ni les había avisado. Desaparecí en Paris y todo el mundo preguntándose donde estaba. Luego me dí cuenta que tenía que volver a Barcelona. Así que me despedí de mi amor y por la noche me fui al centro. Había una fiesta y fue justo allí donde me volví a encontrar con mis amigos. Cuando me vieron entrar en la sala, uno de ellos dijo «Mirad, ha vuelto el puto Ken!». Y así se quedó.
El Puto Ken de noche y Ken Umehara de día.
Sí, noche y día. Me gusta la idea. En Japón este binomio es bastante vivido en el arte.
Y en tu arte la influencia japonesa es evidente. Casi lógica, diría yo. Pero, como japones, has decidido venir a vivir a España. Porqué Barcelona?
Estudié arquitectura y Barcelona es muy interesante bajo esta perspectiva arquitectónica. También hay que decir que todos los maestros de Japón han venido a España de vacaciones. Todos, hablando muy bien de este país exótico. Y muchos han cambiado su proprio estilo después del viaje. Entonces cuando era joven me decía «Seguro tiene que haber algo en esa España, no?» y he querido verificarlo personalmente. A esto tengo que añadir que en Japón estaba harto del trabajo, de la sociedad y de toda esa mierda y quería cambiar.
Te refieres a cambiar estilo de pintura o cambiar estilo de vida?
Bueno, los dos. En España he desarrollado un estilo diferente de pintura del que tenía en Japón pero sobre todo quería cambiar de vida. Si no igual mataba a alguien y iba a la cárcel en Japón. Y no me apetecía. Encima en ese momento estaba haciendo cosas de malandro; por suerte no me arrestaron. Y antes de que fuera demasiado tarde, adiós. Y ahora estoy aquí. Empezó como un año de vacaciones y mira: son 15 años de vacaciones ya.
Una vida de vacaciones. Suena guay.
Sí, no? Sigo trabajando y todo eh. Pero me siento constantemente de vacaciones. La vida aquí es más tranquila y puedo ser Ken. En Japón tenía que esconder muchas cosas personales. Hasta me acuerdo que me criticaban porque pintaba «Pero que es esto? Estás bien?» decían, incluso amigos. Y se reían.
O sea que en Japón todavía no existe la idea de artista?
Te hablo de hace 15 años. Ahora la situación ha mejorado y los jóvenes han cambiado mucho el chip. También es más fácil salir del País. Antes, para ser artista, tenías que ser un intelectual sí o sí. Y el arte era un privilegio para unos pocos, incluso haciendo mierda. De todas formas ahora es diferente. Y en esto la influencia de Europa se nota mucho.
Hablando de arte figurativa, se nota mucho la influencia del manga en tus obras. Cuales son los mangakas que te han espirado más?
Sobre todo Osamu Tezuka, el Dios del manga que todos tienen que conocer. Me encanta el cuidado de los detalles en sus trabajos: piensa a Black Jack; Tezuka estudió medicina solamente para poder replicar fielmente cada escena del manga. Es increíble tanta dedicación.
Y hablando del estilo de Tezuka?
Bueno, yo también como muchos utilizo los ojos grandes para mis personajes. Todo el mundo dice «Porqué los japoneses usan los ojos grandes?» y se piensan que somos gilipollas. Pero no es así. Es más fácil interpretar los sentimientos de los personajes desde unos ojos bien grandes. Me parece bastante evidente.
Es verdad. Normalmente la gente piensa que es porqué los japoneses tienes los ojos pequeños, no?
Y yo contesto «Y tu tienes la polla pequeña, calla.».
Ajaja!
Es que es verdad! Lo encuentro muy racista… en fin, a parte de Tezuka hay Shigeru Mizuki, un dibujante de fantasmas que nació cerca del pueblo de mi madre. (me acerca un libro de Mizuki)
Habla mucho de fantasmas, un tema particularmente importante para mí. Ha muerto hace unos pocos años. No tenía el brazo izquierdo por culpa de una bomba de la Segunda Guerra Mundial… sí. Él y Tezuka: son estos dos.
Volviendo un poco atrás, me gustaría saber cual es el rol de la cotidianidad de tu ciudad en tu arte?
No sé decirte. Hay que archivar también las cosas que pasan, no? Quizás un poco todos los artistas van archivando en sus pinturas, no? Cuando hacían sus noches en los cafés o pintaban una sala de baile… es archivar también, no?
O sea en tu caso es un concepto de arte que archiva la cotidianidad de Barcelona.
Sí. De alguna manera tienes que conservar lo que pasó en imágenes que salen del alma. Y cada viñeta será diferente porqué diferente será la visión del artista. Si está bien, si está enfadado… en mi caso, lo mejor de mí sale cuando estoy muy liado. Cuando estoy bien, no sale nada. Cuando estoy mal, sí.
Esto me recuerda un escritor, Luigi Tenco, que decía: Me preguntan ¿Por qué escribes cosas tristes?» – «Porque cuando estoy feliz, salgo».
Eso es. El arte tiene que provocar. Decir la verdad. No solamente hacer las cosas bonitas. Hay que ensuciar para que la gente se entere de lo que está pasando. Mira esto. «Que feo!» Pues, eres tú. Y si se enfada, genial. Misión cumplida.
Es lo que buscas también en las exposiciones a las que vas?
Prefiero ir a los museos o a las colecciones. O a las exposiciones de los grandes maestros. Siempre hay que aprender algo. A las galerías no voy. Tampoco me entero mucho, eh.
Que te remueve por dentro cuando ves ese tipo de arte?
Me deprime. Pienso «Que hijo de puta, cómo lo ha hecho?!» (se ríe). Yo no sé como hacerlo. Hay muchas cosas que aún hay que aprender para llegar a eso. Puedes tener 88 años y tener que aprender mucho todavía.
Hablando de eso, de edad, al Puto Ken se le echaría 20 años. Pero son más años que esos y en realidad tienes (censura sobre la edad real). Te conservas muy bien, cabrón. Visualmente cuesta encajarte dentro de una sola generación. Existe, para ti, el concepto de arte como representación de una generación? A que generación te sientes ligado?
Existe. Hay quien hace siempre y sólo una sola cosa, pero depende. Si naces en una generación puedes hacer arte solamente para esa generación. Bueno, está bien, pero yo prefiero combinar, mezclar. Mirar al pasado, hablar al presente y guiñar el ojo al futuro. Creo que todos los grandes maestros hicieron esto.
Respecto al presente, que opinas de la difusión del arte en el web?
Hay pros y contras. Lo guay es que puedes tener el arte siempre muy cerca. Lo negativo es que nadie ya se controla, se está perdiendo un poco el respeto al arte y hay muchos robos.
A qué te refieres?
En el web es fácil copiar algo y decir que es tuyo. Es muy triste. Y la gente, que no sabe, ni siquiera se informa un poco. Ya tenemos todo listo y no profundizamos las informaciones.
Entonces se puede decir que la producción diaria de un artista está afectada por Internet.
Mmh. Sí. Al tener todas esas imágenes disponibles siempre, 24/7, quieras o no, estás afectado en tu producción diaria. A veces no te das cuenta, pintas algo y dices «Ostia, que guapo.». Y luego te das cuenta que es algo que has visto semanas antes, meses o incluso años. La mente humana es tramposa, y el cerebro se acuerda de todo.
Picasso decía que los buenos artistas copian, los grandes roban.
Que copien o que roben, tienen que decirlo. Yo me refiero a quien no lo dice. Ahí está el problema. Yo no escondo nunca de mis influencias.
Y a ti personalmente, Internet te afecta?
Me frena. Porque veo muchas cosas buenas y me deprimo. Mecagoen… que malo que soy. Entonces me deprimo y me meto en la cama y duermo. Decimos que me ayudan más lo libros. Internet me ha jodido mucho.
Y las redes sociales?
Bueno, no sé. Instagram. Está muy bien. A parte, yo soy muy fácil. Si me gusta pues me encanta y punto y no hay otra cosa. Ahora ya no existe casi el concepto de tarjeta de visita. Dame tu instagram y ciao. Allí puedes ver todas tus creaciones y si te gustan perfecto, hay el link del blog y se pasan por ahí también. Si no te gusta, cierran todo y hasta luego. Entonces es esto: es muy fácil enseñarte, pero es muy fácil perderte.
Es un poco la idea del feed de Instagram, donde todo va muy rápido y frenético y las fotos se pierden en el océano de la multitud. Quizás va acorde con nuestras vidas que se van haciéndose cada día más rápidas.
Va todo muy rápido.
Cambiando de tema, en qué otra ciudad te hubiera gustado vivir?
Me hubiera gustado ir a Nueva York, a ver Risaburo Kimura, el maestro de mi padre (su padre también, en Japón, es artista). Pero mi padre no me dejó. Porqué no tenía nada: ni estilo, ni personalidad, ni status… estaba hecho mierda. Mi padre dijo que no era el momento y sentia vergüenza de presentar su hijo al maestro.
Y ahora crees que te presentaría?
Al final fui. Después de haberme machacado en la carrera de arquitectura, haber trabajado en mi estilo y todas estas cosas… fui. Ya llevaba 5 años y pico en Barcelona y dije a mi padre «Ahora creo que ha llegado el momento». Y me dijo que sí. Así que fui a Nueva York al estudio del maestro en Soho.
Qué sentiste, después de tantos años esperando ese momento?
Estaba cagado de miedo. Súper nervioso. Pero él estaba muy cachondo y hablemos mucho de arte y de su vida. Conoció a muchos artista increíbles, Miró, Dalí, Warhol… fue muy interesante y aprendí muchísimo. Lo que más me impactó fue ver en directo un artista de ese calibre, haber llegado a ese nivel de reputación y reconocimiento haciendo lo que más le gustaba. Fue toda una inspiración.
Te gustaría llegar a ese nivel?
Claro. Me gustaría que todas mis cosas vayan a un museo algún día, y ser publicado en revistas importantes y hacer una exposición en el Louvre.
Ajaja quien no lo quisiera, vamos. Después de la visita al maestro…
… he cambiado, sí. Me puse las pilas y empecé a aprender algo nuevo cada día. También empecé a interesarme más por el aspecto social de mi arte.
Antes de eso cómo era tu arte?
Hacía lo que me daba la gana. No tenía un esquema mental. Ahora me gusta provocar a la gente con mi arte y encontrar cada vez una manera para molestarla.
Que proyectos tienes para el futuro?
Estoy montando una fábrica de bebidas, a ver que pasa. Ahora estoy con esto y también estoy hablando con unas personas para trabajar en unos restaurantes. Pero todo lo que hago es exclusivamente para pagar las facturas y los materiales para mis obras. La cocina es mi hobby, la pintura es mi profesión. Al final, dónde quiero llegar es a un museo. Mi museo.
Mucha gente me pregunta porqué no trabajo solo con mi arte. No es fácil y igual soy un poco cagón. Tengo miedo y no tengo ayudas para dar ese paso.
Es complicado vivir del arte.
También hay mucha gente que se acerca y me pregunta cuánto cuesta una obra, hablo con mi galerista de confianza, estimamos un precio, se lo comunico y me contesta «Buah, que caro». Pues mira tío, ciao. Es arte, es lo que hay. Si no vendería cuches. Así que llevo 15 años compaginando todo esto. Algún día quizás daré el paso y me dedicaré solamente al arte. El problema de tener muchos talentos es que voy haciendo un poco de todo y al final desperdicio en el poco tiempo que tengo solamente aquel poco de todo y no mucho de una cosa sola, como sería el arte. Pero tengo miedo, y facturas que pagar. En Barcelona es bastante complicada la situación.



EL PUTO KEN
Artista japonés nacido y criado en la región sur de Tokyo. Ken Umehara decidió hace 15 años cambiar radicalmente de aires para aterrizar en el Poble Sec. Y pasar así a ser conocido como el EL PUTO KEN. Con la irreverencia y la sátira política por bandera. Dando rienda suelta a su creatividad en forma de serigrafías, linocuts, xilografías, sellos, grabados y cualquier otra técnica gráfica que le permita mostrar y difundir su rabiosa y tragicómica visión del día a día.
Blog del Puto Ken: https://kenumehara.com/
Perfil Instagram: @ken_umehara_art
Para comprar sus obras: aquí.
4 Comments
Pilar
Muy bueno el reportaje y el feed bag logrado!!!
La Ferdinandea
¡Muchísimas gracias!
Elsatanero
Increíble entrevista, mis respetos a Ken-sama
La Ferdinandea
りがとあうございます 😉