Los errantes
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Viajar con los errantes

La noticia de la entrega de los dos Premios Nobel de Literatura (2018 y 2019) me pilló en un doble viaje a Roma y a Viena. Fue justamente en la capital italiana donde recibí la noticia. Olga Tokarczuk y Peter Handke. De él ya había leído algo (especialmente ensayos), en cambio, de la autora polaca ignoraba por completo su existencia, a excepción de los vagos recuerdos sobre la victoria del Premio Internacional Man Booker de 2018 con Bieguni (novela publicada en Polonia en 2007 y traducida recientemente en España por Anagrama con el título Los errantes).

Alcanzado por una repentina curiosidad literaria, corrí a una de las principales librerías del centro de la ciudad y busqué cualquier libro de Tokarczuk. En la que probablemente sea la librería más grande de Roma en todos los sentidos, solo tenían una copia de Los errantes (bastante maltratada, a decir verdad, tal vez habia sido algún sobrante, la habían malguardado en el almacén y desenterrado rápidamente para la ocasión). Fue así que después de solo veinte minutos de la proclamación del Nobel, tenía en mis manos una de las pocas copias disponibles de la autora polaca. El destino me estaba sonriendo.

Lo primero que me llamó la atención de Los errantes es la peculiar composición narrativa: no es una novela, pero tampoco es una colección de ensayos; se ubica en el medio entre la narrativa casi científica y la prosa poética, con destellos de difusión y fuerza literaria intensa. De hecho, nos enfrentamos a micro-narrativas que constituyen pequeñas islas de significado que a su vez forman un hermoso archipiélago: y en este océano es fantástico navegar.

En cualquier caso, Los errantes sigue siendo un texto extraño y difícil de clasificar. Es un libro de viajes sin geografía, un espacio mental en el que se acumulan anécdotas, meditaciones y curiosidades de una manera bastante caótica. A Borges probablemente le hubiera gustado mucho la perspectiva poco convencional, imaginativa y extraordinariamente «ligera» con la que trata sus diversos temas, aparentemente irreconciliables.

No niego que el acercamiento del lector, aturdido por la dispersión de este volumen, puede ser repulsivo. Y, sin embargo, si uno tiene la paciencia para llegar al final, descubre que todo tiene un orden estricto, que todo sigue un hilo lógico coherente. Es un poco como ese juego enigmático en el que en una página, en un principio, vemos un revoltijo incomprensible de puntos numerados, pero cuando unimos esos puntos entre ellos finalmente sale un dibujo inteligible del que antes ni siquiera podíamos sospechar su existencia. Multifacético y fluido, Los errantes es también un libro necesario, especialmente en una época en la que los desplazamientos diarios de millones de personas de un lado a otro del planeta, cuestionan desesperadamente el mismo concepto de sociedad y convivencia civil.

Si quienes interpretan, o más bien inventan, la dirección del espíritu de la época en Literatura, proclamarán que los libros malos y los buenos, son dos signos que no son complementarios sino intercambiables, entonces el mundo podría terminar sin que nos enteraramos; no entre salmos y grandes proclamaciones, sino entre silencios avergonzados. Por ahora no somos capaces de hacer tanto y la luna, la luna fría, oscura y deshabitada, el planeta que tal vez se separó de la tierra cuando todavía estaba en un estado de semi-fluidez, aún sugerirá a los poetas las imágenes de un espejo oscurecido de nuestras almas; y los viajeros sedentarios podrán dibujar presagios, deseos y todo un vasto repertorio de lo que en otros tiempos se llamaba «poesía». Y la gente seguirá así viajando, errando por una tierra llena de buena literatura que todavía acompaña cada paso que damos y ilumina nuestro cielo.

Y ahora, que será de nuestro viaje? Con mucho cuidado lo hemos estudiado, sin saber nada. Un evento inesperado es la única esperanza que nos queda.

2 Comments

  • Jesús González

    Solamente leer tu descripción de este libro , me llena de mucha emoción por lo interesante y particular del mismo, lo percibo como un diario sobre la vida , con sus luces y sombras , me encantaría leerlo. Gracias por acercarme ha el.

  • Alexandra Curie

    De verdad que entre que la curiosidad que ya tenía por leer algo de la autora, y ahora tu artículo, me voy a ir corriendo a comprarmelo. No hace falta que digas que es un libro necesario, tu forma de escribir sobre él ya lo hace.
    Echaba de menos nuevas entradas en el blog.
    Felicidades por tu escritura. Es única.

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