La casa de las bellas durmiente, Arrugas y El oso son tres libros que no tienen nada en común. O tal vez sí: la capacidad de meterse en la mente del lector y, allí dentro, crecer desmesuradamente; creando ramas, hojas y raíces que nos anclan en el suelo y nos recuerdan cada día que la buena literatura como aire, de aspecto gaseoso, está lista para ocupar todo el espacio disponible en su entorno.
Aquí van entonces estas tres mini reseñas que han aparecido en las redes sociales de La Ferdinandea en el mes de Agosto, para que no se pierdan en el fluir constante e incesante de la web y conquisten un sitio en vuestra lista de pendientes. Se lo merecen.
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?La casa de las bellas durmientes
✍️Yasunari Kawabata
? Austral editorial
Ver una puesta de sol y esperar a que algo suceda finalmente es tan fatuo como esperar un final crepitante en las novelas de Yasunari Kawabata. El escritor japonés es el emblema de una sociedad que es intrínsecamente diferente a la nuestra, que no nos pertenece, donde el florecimiento de un cerezo ya es en sí mismo el significado y el propósito de esa misma acción. Leer La casa de las bellas durmientes es algo que comparte esta matriz. Un libro en el que la escritura fluye lejos, impalpable; sentimos la forma de la narración pero no percibimos su peso. Me refiero a una ligereza humeante, pero no por esto menos densa: Kawabata describe una novela intensa, capaz de inspirar incluso a un escritor colombiano del que tal vez hayas oído hablar: Gabriel García Márquez. Memoria de mis putas tristes es una inspiración directa del trabajo de Kawabata y sin duda es testigo de la magnitud del poder imaginativo de la obra del autor japonés, tanto que fue honrada por Márquez, quien ciertamente no puede considerarse un autor sin posibilidades creativas. Ni mucho menos. La fascinacion de La casa de las bellas durmientes es muy fuerte.
En un burdel hay chicas muy guapas. Las más hermosas que puedas imaginar. Dulces, jovenes, frescas. Todas en medio de un sueño profundo, del cual no pueden despertarse de ninguna manera. Los viejos pagan, cada noche, para meterse en la cama de cada una de ellas y luego terminan, a medida que la noche pasa lenta y rítmicamente, también durmiendose. Es una novela erótica, de un erotismo puro y casi catastrófico. No quiero revelar nada más sobre la trama que juega mucho con la reticencia, el culto a los cuerpos y la distancia milimétrica entre el sueño y la realidad, entre el deseo y el amor; que a veces coinciden. Que, a veces, se matan.
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? Arrugas
✍️ Paco Roca
? Ediciones Astiberri
Marcel Proust dijo que el recuerdo de las cosas pasadas no es necesariamente el recuerdo de cómo eran realmente. Y en esto creo que podemos estar todos de acuerdo.
Claro, cazar recuerdos no es un buen negocio: no puedes capturar a los hermosos y matar a los feos. Pero todavía aquí seguimos; los recuerdos son nuestra literatura privada y tenemos que cuidarla escrupulosamente. No hay otra manera de sentirse vivo y lleno de verdad.
Arrugas de Paco Roca es una de esas obras que nos enseña el valor incontestable de la memoria y del saber como cuidar del prójimo y de esa biblioteca en concreto. Es una novela gráfica intensa, diafana y increiblemente emocionante. Quién me la recomendó me dijo que la leyera en un momento en el que me sintiera muy feliz, porque este libro me destrozaría.
Y, bueno, es verdad. Cuánta dulzura y melancolía en esta historia de vejez ambientada en una residencia… lentamente perdiendo la memoria, hundiéndose en el olvido, deseando una visita, una llamada telefónica, sin poder ser libre, estando solo, deseando estar siempre con un ser querido en una memoria lejana en blanco y negro…
Un libro muy recomendable. Y no, no estoy llorando: alguien estaba cortando cebolla aquí cerca.
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? El Oso
✍️Marian Engel
? Editorial Impedimenta
¿Alguna vez has oído hablar del oso? Es una pregunta que lo cambia todo. Hay pocas cosas que pueden cambiar el orden de los factores de esta manera. Una isla, una casa solitaria y un oso que vive allí, justo detrás. Vete tu a saber cómo puede evolucionar la situación…
Ponerse en contacto con la parte ancestral de uno mismo, buscando (o por lo menos intentándolo) esa parte de nosotros escondida o inactiva, que nos recuerde de dónde venimos y qué queremos. Y aún el silencio, la soledad como compañeros para tratar de entendernos.
Una metáfora salvaje y dura en un libro publicado magistralmente (como siempre) por Editorial Impedimenta que recomiendo a todos los lectores que deseen probar algo diferente de las novelas habituales.
Además, no todos los días vas a leer que un oso practique cunilingus a una bibliotecaria.
4 Comments
flechaliteraria
Buena idea reunir las minireseñas en un post. El título que más me atrae es La casa de las bellas durmientes, ahora mismo lo apunto en la lista de pendientes. Como siempre, fantásticas reseñas las tres, transmiten mucho en pocas palabras.
La Ferdinandea
Muchísimas gracias, de verdad. De los tres libros, La casa de las bellas durmientes es el que más llama la atención. Pues me dices que te ha parecido cuando lo leas, estoy muy curioso de saber qué opinas. 😉
Alexandra Curie
Que bonito y original. Había leído durante agosto los posts de Instagram, pero ahora todos juntos, creo que ha sido una idea muy buena y original. Me ha hecho recordar lo que sentí leyendo Arrugas, que preciosa historia. Y me ha hecho coger muchas ganas de leerme La casa de las bella durmientes. La verdad, que de literatura y poesía japonesa ando un poco perdida, pero gracias a este blog, me pongo al día rapido. Un saludo
La Ferdinandea
Yo tampoco es que sea un gran conocidor de literatura japonesa. Pero no sé… hay algo que me cautiva y me atrae irresistiblemente y intento leer todo lo que puedo. Aun así, ando un poco perdido igual. 😀